Hola a todos!
Ayer debido al partido de la selección de baloncesto, no pude hacer la entrada de la semana, así que hoy, antes de irme en breve a mi deber diario...la dejo publicada.
Los tres bonsáis que traigo hoy son tres pequeños olmos de origen, uno de ellos chino (ulmus parvifolia) y los otros dos japoneses (zelkova nirekeyaki).
Los olmos y zelkovas son muy apreciados y muy comunes en el cultivo del bonsái, ya que son bastantes resistentes y fáciles de aclimatar a casi cualquier clima.
Como podéis ver en la foto, los que yo os presento , son de un tamaño realmente pequeño (los hay de cualquier tamaño,)lo que en el mundo del bonsái se denomina SHOHIN. Este término proviene del japonés y significa “cosa o algo pequeño”. Lo mas común o normal es que el bonsái shohin no sobrepase los 25 centrímetros de altura, denominándose “mames” aquellos inferiores a 10 centímetros. Para los chinos, un bonsái shohin es aquel “que cabe en la palma de la mano” y mames son aquellos “que caben varios en la palma de la mano”.
En el caso de estos tres son tres shohines, aunque como veis me caben dos de ellos en la palma de la mano (fotografía tomada el pasado otoño) y os los presentaré uno a uno.
Este primero lo aquirí en un principio como zelkova serrata, es decir un olmo autóctono de la cepa Siberiana, aunque viendo el color de la hoja y corteza del tronco, parece que es la de origen japones, la zelkova nirekeyaki. Esta especie de olmo, se distingue de la serrata (siberiana) o parvifolia (china) , mayormente, por su corteza, la cual se transforma en escamas al llegar a la madurez.
En la foto os pongo una moneda de un euro para que veáis, o apreciéis mejor el tamaño de estas pequeñas joyas.
La maceta que lleva este árbol, es de origen japonés, de Yokkaichi, y es de una muy buena calidad, le trasplanté este año, ya que venia en una maceta negra de plástico , y le alambré para ir dándole la forma deseada.
Este segundo árbol, es una zelkova parvifolia, un olmo chino bastante comercial, pero no por ello menos atractivo. Este bonsái llegó a mi, el pasado invierno ,de manos de un aficionado que, por encontrarse ya en avanzada edad, ha decidido lamentablemente deshacerse de su colección por no poder atenderla...pero ha caído en buenas manos y puede estar tranquilo!
El bonsái se encontraba algo descuidado y en una maceta bastante fea, por lo que en la primavera que de este año, lo trasplanté a la que podéis observar en la foto y le trabajé las ramas para darle una bonita forma "escoba".
Y este último, otra zelkova nirekeyaki, lo adquirí junto al primero que os he enseñado anteriormente, pero este si venía con la denominación correcta.
También se encontraba plantado en una maceta de plástico negra, las típicas con las que las empresas hacen las importaciones anuales de Japón...así que...tocó trasplantarlo también a una preciosa maceta blanca de origen japonés (en este caso desconozco la región).
Al igual que los otros dos anteriores , los trabajos realizados , son el trasplante y alambrado de sus ramas.
La única dificultad, para mi, del cultivo del bonsái shohin , es el estar sobre todo en las épocas de calor , continuamente pendiente del riego, ya que al ser tan pequeños se seca el sustrato rápidamente. Para que os hagáis una idea los llego a regar en verano unas tres veces diarias.
Espero que os gusten... Un abrazo!
Es magnífico ver tu entusiasmo y como creas belleza en estos pequeños arboles , espero que tengas muchos mas para enseñarnos.
ResponderEliminarmuchas gracias querida tia!
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